
Para que una estrategia se desarrolle adecuadamente, es necesario definir correctamente sus principales términos. Por definición, cliente puede ser desde la persona que compra en una tienda, utiliza servicios con frecuencia o que a través de una transacción recibe un bien a cambio.
Muchos consideran que esa "transacción" consiste en el tiempo dedicado por el trabajador en la empresa y sus competencias a cambio del sueldo recibido. Pero vayamos a fondo sobre lo que describe a un cliente en sí:
- El cliente lo es mientras dure la transacción o intercambio. En el caso del colaborador, lo es por un periodo determinado o indeterminado de tiempo indicado por el empleador y aceptado por el empleado.
- El cliente ofrece en la transacción dinero a cambio de un bien o servicio. El colaborador no ofrece dinero, sino al revés, la empresa lo entrega al colaborador.
- El cliente no firma un contrato o convenio con una empresa. El colaborador sí, e implica deberes y derechos con el empleador y viceversa.
- El cliente no recibe beneficios de ley propios de un contrato laboral (gratificaciones, seguro de salud, AFP, etc.), es evidente que el empleado sí.
- Ambos tienen en común que reciben beneficios por parte de la empresa para mantener su fidelidad, como un programa de beneficios, de puntos o descuentos en la misma organización le debe, flexibilidad de horario para empleados, descuentos en eventos para ambos, etc.
¿De qué otra manera identificas que el colaborador no es un cliente?
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