22 ene 2018

¿Cómo podría Facebook causar depresión a tus hijos?

Facebook se ha convertido en parte de nuestra vida, usamos la aplicación en todo momento y lugar, cuando es necesario y cuando no. Pasamos tanto tiempo en Facebook que no nos hacemos algunas preguntas importantes: ¿lo estamos usando adecuadamente? ¿es tiempo perdido o bien invertido?, ¿sabemos qué efectos podría tener en nuestros hijos?



Un reciente estudio indica que mientras más usas Facebook, peor te sientes la siguiente ves que te conectas. Esto no aplica automáticamente para todas las personas, depende del uso que le den, el nivel de madurez y el temperamento o personalidad de la persona. Pero sí es un hecho que un mal manejo de las redes sociales puede causar depresión en adolescentes.




Esto tal vez por una impresión errada de los demás pensando que son más felices que uno mismo por las publicaciones que hacen, cantidad de likes o amigos que tienen. No es muy difícil de imaginar esto, teniendo en cuenta que los niños y adolescentes no procesan la realidad de una manera completa e íntegra y muchas veces asimilar sus experiencias de maneras muy diversas que para sus mismos padres es difícil de entender. 

Este incremento de depresión adolescente relacionado con el uso de la tecnología, se diferencia en dos tipos de uso: el consumo pasivo o la interacción activa.

El consumo pasivo quiere decir que puedo solo ser observador de lo que sucede en el mundo y hacerme una idea, muchas veces equivocada de él. Por otro lado, la interacción activa, me permite interactuar con mis contactos y esto permitirme eliminar los filtros o subjetivismos que haya podido adquirir. Nunca la observación simple nos permitirá tener un panorama amplio y cercano a la realidad de lo que ocurre. 

Las redes sociales están para acercarnos y si bien no es la solución, si las personas tienen constante interacción con otras, aunque sea en redes sociales, tienden a tener una mejor experiencia emocional al final del día. Siempre recomendaré una reunión presencial a una conversación por chat, pero ante esta situación tan dramática; al menos pero sin contentarnos, la interacción en redes sociales nos permite aminorar la posibilidad de depresión adolescente. 



¿Qué tenemos que hacer?

En niños y adolescentes, que no hacen un uso ético de la tecnología, los padres son responsables de orientarlos en el uso adecuado. Aprendamos a darle un uso consciente de las redes sociales: ¿cuánto tiempo le dedico, para qué, ¿qué suelo hacer y cómo me siento?, ¿qué entienden sus hijos de las publicaciones de sus amigos?
Son conversaciones que deben tener los padres con sus hijos.

Facebook es solo una parte de la realidad. Las interacciones reales y emocionales son más importantes que las frías conexiones digitales.

Fuentes: 

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